#5 Mapa térmico de las emociones
Menudas semanas llevamos.... desde que comenzó la guerra en Ucrania mi cabeza y mi cuerpo es un sube y baja de emociones continuo.
Me caliento a más no poder al escuchar algunas declaraciones de Putin y me quedo helada con otras tantas imágenes que salen en las noticias (de las cuales, he de confesar que me he autoimpuesto un límite diario, porque me supera muchas veces).
La semana pasada os compartí en redes sociales algunas de las señales físicas que nos manda el cuerpo ante situaciones de enfado o de ira. Para mí, la más clara es el aumento de temperatura. Me sube una corriente de energía caliente desde el útero hacia arriba, arriba, arriba y pufff! Cara roja inmediatamente. De esta sensación se deriva la frase “me hierve la sangre” u otras como “me estoy calentando” o en el polo opuesto, “me quedé helada” como os ponía al principio de este email.
Pues bien, en la búsqueda de más explicaciones para entender nuestras emociones y comprender las señales que nos manda el cuerpo, rescaté este artículo que habla precisamente del “Mapa térmico de las emociones”.
En este artículo del año 2013, describen cuáles son los cambios de temperatura asociados a distintas emociones básicas representadas en la parte superior y a otras más complejas, situadas en la fila inferior. Aquellas en las que se experimenta una disminución de la temperatura corporal, aparecen en tonos azules y las que producen un aumento, se representan en colores rojos-amarillos. Este estudio en concreto recogía las respuestas de todos los participantes (más de 300) y las mapearon en los cuerpos como veis en la imagen.
Además, otro estudio del año 2017 utilizó la termografía (una especie de mapa de la temperatura corporal) para detallar y afinar mucho más este mapeo y encontró unos patrones muy concretos en la cara. Por ejemplo, cómo se encienden las mejillas en un momento de enfado o de qué manera se nos enfría la nariz ante una situación que nos produzca felicidad. (Venga, confiesa que te acabas de tocar la nariz para ver si estabas feliz…) Si eres capaz de detectar este cambio en la nariz, aplaudo (y envidio) tu sensibilidad!! El cambio que ocurre es tan sólo una disminución de 0.4 grados pero se da de manera muy consistente y significativa en los sujetos de estudio.
Las conclusiones de éstos y otros grupos haciendo el mismo tipo de investigación son que la termografía puede ser una herramienta valiosa para el estudio de las emociones e incluso podrían utilizarse para ayudar en el diagnóstico de trastornos emocionales.
¡Me pone enferma!
Hablando de esto, y ya termino. Otra frase que decimos mucho es “Me pone enferma!”. Hay situaciones de estrés o de disgusto que nos conducen físicamente a la enfermedad.
En lenguaje técnico-médico-profundo se llama “fiebre psicógena” y es una respuesta del organismo en la cual aumenta la temperatura corporal produciendo fiebre sin que haya una infección o un daño en nuestros tejidos. ¿Quién se encarga de esta respuesta? Una región del cerebro que se llama HIPOTÁLAMO y que manda órdenes al cuerpo para producir calor.
Del hipotálamo hablaremos largo y tendido porque a pesar de ser una estructura muy chiquitita y compleja (como yo ), es muy interesante (como yo también )… jajaja, permíteme la broma, que me apetecía hacerte un poquito más feliz y enfriarte la nariz…
Y usando esta última broma (aunque sea mala), ¿podemos cambiar la frase final de los cuentos a "Y fueron felices y se les enfriaron las narices" o ya es mucho pedir y es demasiado friky? ¿Alguna otra propuesta?
Hasta aquí, todo el Leré de esta semana.
Gracias por llegar hasta aquí 💛
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